Esta tarde me ha tocado cuidar a mi hermano. Me ha fastidiado
bastante por qué hoy es viernes e íbamos a ir al
parque a beber, con los otros del barrio, además; la semana pasada uno de mis
colegas se peleó con unos sudamericanos y puede que hoy vengan todos a buscar
bulla. Cada finde hacemos lo mismo, cogemos nuestro vodka o ron, según los
casos, y nos vamos al jardín del Árbol a beber, luego cuando ya vamos un poco
borrachos, pues nos metemos en las discotecas, hacemos un poco el payaso,
bailamos, e intentamos ligar, algunos lo conseguimos, otros no. Pero hoy no va
a poder ser.
Mis padres están de viaje y me han pedido, exigido, obligado
a quedarme hoy en casa. Aprovecharé para darme una vuelta por las redes
sociales. Una vez revisado Tuenti y Facebook, circulo ahora por Twitter, debido
al aburrimiento, acabo en el perfil del primo de un colega, el cuál ha
retwitteado un enlace que pone algo así como “ vocación-iglesia católica
arguments “. Clico, y resulta ser un vídeo,
en el qué unos jóvenes, de mi edad probablemente, comentan sus experiencias
religiosas y sus historias. Todos ellos resulta que estuvieron en el movimiento
juvenil ( JMJ) del verano pasado en la
ciudad.
Estos compadres manifestaban en el vídeo algo así como la vocación de las personas, supongo que hablarían de la suya, ya que ellos son los cristianos, no yo. Pero de todas formas me han sorprendido sus caras, mira que yo no soy un chaval que se fije mucho en la gente, pero a estos jóvenes se les veía orgullosos de algo que, a mi juicio, es irreal y anticuado. Mi vida a veces se reduce a eso, al finde, y a las tías, y así soy feliz, pero ver como un chico de mi edad no tiene esa concepción de la vida y también es aparentemente feliz me inquieta
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